Tanto el Movimiento (técnicas de ejercicio físico aeróbico/no aeróbico) como el "No Movimiento" (técnicas de respiración, meditación) se aplican para aumentar la consciencia corporal.

 

Aprender a "escuchar" a nuestro cuerpo y poder gestionar lo que nos ocurre es, a veces, la terapia que necesitamos. No siempre es así, ya que a veces para algunas enfermedades (artritis reumatoide, polimialgia reumática, artrosis, enfermedades neurológicas, etc.) es necesario la toma de fármacos. En estas ocasiones la técnica corporal se presenta como una magnífica terapia coadyuvante.

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Con el paso de los años nuestro sistema músculo-esquelético se va deteriorando. Las técnicas corporales nos sirven para mantener todo este engranaje activo y flexible, previniendo la aparición de algunas enfermedades como por ejemplo la artrosis (Casilda López, J. Ejercicio terapéutico en el agua en personas mayores con artrosis de rodilla. Granada: Universidad de Granada, 2019. [http://hdl.handle.net/10481/54781).

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La práctica de ejercicio físico produce una gran mejora en los pacientes con fibromialgia, ya que se reduce el dolor de los puntos dolorosos, mejora la amplitud de sus movimientos, el sueño y en general la calidad de vida de estas personas (Caballero Molina, F. M. y Bernal García, A. Tratamiento integral de la fibromialgia: El ejercicio físico en mujeres adultas. Revista Española de Educación Física y Deportes, 2019, 427, 71-100). 

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En el campo de la salud mental se han publicado trabajos que relacionan el ejercicio físico y la terapia corporal con una mejoría en el tratamiento de la depresión (HASSAN 2011) y en el tratamiento de los trastornos de la alimentación (NEUMARK-SZTAINER 2011).

 

Uno de los mayores objetivos para las personas que han sobrevivido a un cáncer es mejorar su calidad de vida, ya que la mayoría de sus funciones cotidianas se ven disminuidas tanto por el propio cáncer como por el tratamiento del mismo. Numerosos estudios han demostrado que la terapia corporal puede actuar como coadyuvante en el tratamiento de algunos tipos de cáncer mejorando la calidad de vida de los pacientes, como por ejemplo el Pilates, que ha demostrado ser efectivo especialmente en las mujeres con cáncer de mama (MCNELLY 2006, VALENTI 2008, EYIGOR 2010).

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